Don Juan Carlos Aragón Becerra

Quisiera darle las gracias a este autor que digno de su provocación hemos sido recompensado con letras de sentimiento y pensamiento. Cuál fuera comparsa, sobre todo, que no tuviera su sello. Me supone la admiración de este autor que, a pesar de ideológicamente contrarios, alabo su forma de hacer carnaval provocador, gañán, la lucha de clase….Grande. Que me supone tu admiración que un creyente-monárquico como él que escribe adora tus letras con esa música de fondo. Que no sé nada de carnaval, que acabo de nacer en este mundo, pero te aseguro que tu estilo me llegó. Al principio sembrabas en mi el “odio” por tu forma de expresa tu pensamiento, pero si la vida nos ahoga en nuestro propio ser, te digo Señor, que no comparto el tuyo pero me supone una gran presencia la de usted por tal inmortal

canto de sirena brindas al resto de ángeles caídos en este desolado mundo.

¡Qué no te canses caballero! Ni antidisturbios callejeros te callaran bajo la espesura del sol brindando una sonrisa a la Caleta. Que te habrás enfrentado con todos tus compañeros de afición, dicen que a veces cansas, pero ese puntito de arrogancia nos hace ser Príncipes de Infierno. 

Y de las primeras comparsas que escuche de la mano de mi “compadre” fuera el canto al Uruguay más noble y leal.

 

Y sobre todo tu ataque, en dicha comparsa, a ese pasado turbio de mi patria, ya que la tuya es la Caleta.

 

Donde ya no tu propia hoz, sino la de tu comparsa descabezarían al fascismo dejando apariencia de Medieval, cuanto menos. Ya, dejando un lado, voces, guitarra, caja, decorado y vestuario, la letra de tu pluma me hace alzar al aire mis cantos, con menos acierto del que debiera, para así que se entere DIOS que no puede contigo.